jueves, 17 de octubre de 2013

American Horror Story Coven s03e02. Todas las brujas tienen un precio


SPOILERS de Boy Parts, segundo episodio de AHS: Coven 

Lily Rabe entra a American Horror Story: Coven por la puerta grande. No es la primera vez que la vemos (la joven Misty Day es quemada viva en los primeros minutos de Bitchcraft), pero su comeback adelanta a paso de diva el tema estrella del segundo episodio en uno de sus mejores momentos: la resurrección. La bruja vuelve a ritmo de Edge of Seventeen, de Stevie Nicks, y vestida como ella para vengarse de los cazadores furtivos que burlan las leyes de Nueva Orleans (y de la naturaleza). "¿Por qué matáis a estas criaturas inocentes de Dios?”, dice en un guiño a su propia muerte antes de devolver la vida a los cocodrilos, que no tardan en dar cuenta de sus verdugos. Con ese tono referencial y desenfadado presenta la escena el retorno a la vida, una cuestión que se avanzaba como importante y que recupera el discurso del primer capítulo sobre la búsqueda de la eterna juventud, el instinto de supervivencia y la condena del poder natural de las brujas. Ese punto de partida también sirve para profundizar en los personajes, de los que ya vimos el primer retrato, y que continúan su incursión en el lado oscuro: Zoe cede ante su atracción por Kyle, Cordelia se mostrará débil ante su deseo de ser madre, y Fiona perseverará en su superficial obsesión. Al igual que el resto de mortales (e inmortales), todas las brujas tienen un precio.

Intuíamos que la resurrección llegaría pronto a Coven tras ver que Kyle, personaje interpretado por el 'prota' indiscutible, Evan Peters, moría en el primer capítulo, pero Boy Parts (de Tim Minear y Michael Rymer) es ya desde el título un manifiesto. Es de nuevo la trama teenager la que nos introduce en el capítulo: Zoe y Madison se plantan en la morgue y cosen un nuevo Kyle con pedazos de otros chicos. ¿Se arrepentirán de haber usado sus poderes otra vez? Es interesante ver cómo ese tono distendido y adolescente será la marca de la temporada; la escena en cuestión es más un chiste sobre el novio perfecto (no podía faltar la coña genital: "¿ésta será de carne o de sangre?") que un simple guiño a Frankenstein. Y ésa no es la única referencia. Minutos antes, Queenie, de la que ya vemos un flashback, tira del imaginario de Embrujadas y Sabrina ("the teenage cracker") para hacernos reír. Mucho se ha comentado esta semana en redes sociales acerca de que Murphy y compañía deberían haberle dado más caña a Coven, pero está claro que ese punto de comicidad y teen fiction (ni Tim Burton lo haría mejor; lo bueno de ser una serie es que te puedes explayar en tu discurso) es la nueva firma. Si aceptamos que cada temporada de AHS es diferente y no menos genial, aceptemos su cambio de tono, que no le impedirá ser sobresaliente. 

Algo más oscura se torna la cosa cuando volvemos a Fiona y Lalaurie. Se confirma, como intuíamos, que la bruja Suprema quiere de la sádica burguesa lo que la ha mantenido más de 180 años sin una arruga dentro de un ataúd. El personaje de Kathy Bates rememora cuando la bruja negra Marie Laveau (Angela Basset), a quien vimos en el primer episodio, la engañó para beber la pócima de la inmortalidad. Lo malo es que después la enterró en vida, tras matar a su familia, en venganza por los esclavos a los que había troceado. Fiona no hará caso a esa moraleja sobre la condena que supone la vida eterna y acude a Laveau, que sigue viva y coleando, en busca del secreto. Es muy divertido ver cómo el equipo de Coven juega aquí con clichés raciales que tienen su puntito de crítica. En 1834, Laveau era esclava; en 2013 regenta una peluquería. El enfrentamiento, peines, tijeras y uñas postizas mediante (tronchante el "más laca no" de Fiona; 'racístísimo' el good black dont crack, "las buenas negras no envejecen "), derivará en una lucha de poder sobre el origen de la brujería. "No parece que hayas oído eso de que la civilización comenzó en África", habla Laveau mientras explica que fue una negra esclava y hechicera quien cedió la magia negra a las brujas de Salem. Este enfrentamiento, dos mujeres, la misma opresión, no es nada comparado con lo que nos espera. Por lo pronto, Laveau ya ha soltado a su minotauro...

Otros apuntes:

Edge of Seventeen no es la única referencia a Stevie Nicks en el capítulo, ni lo será en la serie. De hecho, la compositora y cantante de Fleetwood Mac, cercana a Ryan Murphy y de cuya relación con la brujería se rumoreó en su momento, es imprescindible en la composición de Misty Day. Lily Rabe habla sobre ello en una entrevista a Vulture; para ella Stevie Nicks será su diva, y sus letras sobre la liberación femenina (Rhiannon suena en Boy Parts) su mantra.

Estamos deseando ver juntos de nuevo a Taissa Farmiga y Evan Peters, que ya tuvieron su ración de amor imposible en la primera temporada. La resurrección de Kyle profundiza en temas de los que hablamos la semana pasada: ¿el fin justifica los medios? ¿haber usado la brujería para estar juntos será una condena para los amantes en el futuro? Por ahora disfrutemos ese adorable y burtoniano romance. 

Os dejo con la promo del próximo capítulo, The Replacements. Dirige de nuevo Alfonso Gómez Rejón. Thank God!

 
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