jueves, 23 de junio de 2011

'Lo que debes entender sobre reyes'


Eso es lo que el Gran Maestre Pycelle intenta explicar en la season finale de Juego de Tronos… Y es sólo uno de los síntomas de que nada puede darse por supuesto en la primera entrega de esta serie; la ficción catódica basada en Canción de Hielo y Fuego ha conseguido dar la vuelta a todo lo que esperábamos de ella. El esperadísimo estreno de abril generó un interesante freakie-debate entre los más escépticos, donde se contaban amateurs no lectores e incondicionales de la saga literaria con poca confianza en la adaptación televisiva, y los más entregados, a los que les bastaba con ver a los personajes en carne y hueso en una producción de la HBO. Pero no hay prejuicios ni expectativas que valgan; meses después de su comienzo ha quedado claro que Juego de Tronos rompe todos los esquemas.

Juego de Tronos conquista a apocalípticos e integrados… Los productores David Benioff y D. B. Weiss, con el respaldo de George R. R. Martin y realizadores curtidos en la HBO como Tim Van Patten y Alan Taylor, han sacado adelante una de las mejores series del año; dedicó los primeros capítulos a presentar a los protagonistas y las principales líneas de continuidad, calentando motores para una recta final de infarto: el ajusticiamiento de Ned Stark, la transformación de Daenerys o la elección del Muro por Jon Nieve son ejemplos de las vueltas que da la vida por Poniente. Pero no sólo de cliffhangers vive Canción de Hielo y Fuego...

Juego de Tronos es una serie de personajes que no renuncia al entretenimiento. Convence por su excelente construcción de protagonistas, uno de los aspectos más temidos por los seguidores de Martin. Aunque ya se sabe que la reformulación televisiva puede dificultar una dedicación a los personajes tan esmerada como en la versión original, la ficción destaca por su sutileza a la hora de permitirnos entrar en cada uno de ellos; la desesperación de Viserys por recuperar el trono, la perseverancia de Cersei para proteger su linaje, la inferioridad de Tyrion o Nieve frente a su familia…


Y aunque no acabemos entendiendo mucho sobre reyes, si que nos explicamos ahora por qué la HBO ha apostado por Canción de Hielo y Fuego. Lejos de la moralidad y el rollo parabolista de otras sagas fantásticas, Juego de Tronos es como la vida misma. No habla, o al menos no todavía, del conflicto entre el bien y el mal, ni de la justicia ni de la redención… Juego de Tronos melodramatiza las convenciones del género fantástico de forma esperpéntica, deformada, excesiva, para hablar de la familia, la sangre, la confianza y la corrupción del poder. Es tan sucia y tramposa como la realidad.

martes, 21 de junio de 2011

Verano con Patty Hewes




Damages es la niña de mis ojos. No es un hito en la historiografía catódica ni mueve masas enloquecidas de fans, pero Glenn Close y Rose Byrne son las responsables de una de las mejores primeras temporadas de los últimos diez años… Ahí lo dejo. No sé qué me hicieron, pero las dos primeras entregas de Damages me ganaron incondicionalmente hasta el final de la serie… o hasta su cancelación, de la que se salvó por los pelos gracias a DirecTV hace menos de un año. Y es que Damages nos deja al borde del ataque de nervios hasta en los rumores de producción… Será por eso que los seguidores incondicionales nos hemos quedado sin uñas hasta la aparición la semana pasada del primer avance de la cuarta temporada, de esperadísimo estreno el próximo 13 de julio. Suenen las alarmas seriéfilas: Patty Hewes y Ellen Parsons están de regreso.

Dicen por ahí, y es verdad, que la tercera temporada de Damages defraudó las expectativas, pero aceptémoslo: las dos primeras son insuperables. Y yo que soy un enamorado irredimible tengo la esperanza de que su regreso en el satélite de DirecTV le devuelva la reputación que ha merecido. Estrenada por FX en 2007, con los productores Glenn y Todd A. Kessler (Los Soprano) a la cabeza, Damages nos conquistó en la complicada tarea de reformular la ficción de abogados, dejando el procedimental de lado y apostando por la intriga criminal como indivisible de la justicia en nuestros días. Puede que los géneros lo tengan muy crudo para convencer a los críticos catódicos, pero hay consenso en que Damages encontró la fórmula perfecta para combinar entretenimiento y calidad en cada uno de sus capítulos… ¿Acaso no es la coartada perfecta para darle una nueva oportunidad?

miércoles, 15 de junio de 2011

El efecto Mad Men

Ni siquiera la perseverancia de Matthew Weiner, excesiva en ocasiones, ha logrado que los astros catódicos se alineen para que podamos disfrutar de Mad Men antes de 2012… Y más de un año y medio desde la emisión de la season finale de la cuarta temporada hasta el previsto comienzo de la quinta es mucho síndrome de abstinencia. Aunque parece que algunos proyectos anunciados en las upfronts de mayo quieren aliviar nuestro mono para después del verano... Puede que no recuperemos a Don Draper ni a Peggy Olson, pero con Pan Am (ABC) y The Playboy Club (NBC) vamos a tener dosis de sixties para rato. Algunos estarán encantados con el sucedáneo, y otros dirán de antemano que estas ficciones de consolación son incomparables al premio gordo, y con razón.

La serie que dio el bombazo en la AMC a mediados de 2007 es mucho más que nostalgia sesentera. Puede que debamos agradecer a su estreno el poder lucir otra vez corbatas estrechas, raya en el pelo y vestidos a lo Jackie Kennedy, pero Mad Men va más allá de lo aparente. Ambientada en plenos 60, los chicos de Sterling & Cooper nos demostraron que lo cortés no quita lo valiente. Son “hombres locos” por trabajar en la empresa epicéntrica de la vanguardia creativa en publicidad, sí, pero no pueden escapar al inmovilismo político, social y cultural instalado incluso en los despachos más modernos de Madison Avenue. Y es que los protagonistas de Mad Men ya querrían para sí la libertad de la que hacen gala en la oficina…

No me equivoco al decir que Mad Men es la ficción más alabada desde Los Soprano, y es curioso que compartan showrunner; Weiner ha reinventado a Tony y Carmela en Don y Betty Drapper. Él, desertor de Corea convertido en el creativo publicitario del momento siempre entre la espada y la pared, entre su mujer y las demás, entre el oficio y el vicio; ella, enferma del síndrome housewife a la que se le acaba viendo el plumero harta de esperar a que su marido vuelva del curro… Y es que no hay revolución de los 60 que valga: Mad Men es un espejo en el que se reflejan aquellos a los que todavía hoy les cuesta decidir entre lo que tienen y lo que desean, que son muchos…


Por todo esto parece que The Playboy Club y Pan Am lo tienen muy chungo... Véase Los hermanos Donnelly tras Los Soprano; puedes tener un gran guión para emular a los grandes, pero tienes que decir algo más que ellos. Mad Men es única por hablar de lo actual a través de una época de tradición y conflicto, y las que le sigan tendrán que cambiar de tercio… Quizá por eso Pan Am parece querer actualizar el contexto de moda con tintes de soap-opera, y The Playboy Club a través de la intriga criminal, y confiemos en que sean capaces de alumbrar algo nuevo y rompedor… Porque ya se sabe que un traje de franela gris y un par de peep toes no hacen a Mad Men.

martes, 14 de junio de 2011

La hora del 'showrunner'

Lo de que J. J. Abrams es el nuevo Spielberg está muy trillado, pero a mí me sigue dando mucho que pensar. Y no porque vaya a devanarme los sesos en extraer similitudes entre el trabajo de uno y otro, sino porque entiendo que el hecho de que el creador de una serie pueda ser comparado con un director de cine consagrado hace décadas es uno de los síntomas ineludibles para tomar el pulso a la ficción televisiva actual. Sólo los minímamente puestos en el tema saben sobre la influencia de nombres como Steven Bochco o Aaron Spelling en la tele que vemos hoy día, pero ahora cualquiera puede hablar de los nuevos proyectos del pensador de Lost o de los cabreos de Frank Darabont en la producción de la segunda temporada de The Walking Dead.

Y esto sólo es la punta del iceberg… La venta de series como Treme o True Blood habría sido mucho más complicada si no tuvieran como magos de Oz a David Simon, curtido en The Wire, y Alan Ball, creador de A dos metros bajo tierra… Y no me refiero a las networks, que en su mayoría están interesadas en la pasta que pueda dar el producto, sino también a los espectadores, que cada vez confían más en el sello de calidad detrás de estos nombres. Proyectos actuales como el documental Showrunners o las mesas redondas de productores ejecutivos mirando hacia los Emmy organizadas por The Hollywood Reporter se encargan de poner cara a las personas que mantienen la línea creativa de las series que constituyen nuestro vicio.

Y nosotros nos declaramos totalmente en deuda con ellos… Esta tendencia de los medios nos ha permitido ajustar cuentas con los desconocidos responsables de las ficciones que amamos; hoy sabemos que Shawn Ryan es el productor de ficción de género policiaco más solicitado en la actualidad gracias a The Shield, y Matthew Weiner se nos ha metido en el bolsillo tras saber que se ha dejado las uñas para sacar adelante la quinta temporada de Mad Men… Pero a veces la publicidad puede ser engañosa. Por algo se dice eso de que no es oro todo lo que reluce, pues en la tele, al igual que en el cine, el producto final depende del trabajo de un numeroso equipo creativo. 


Y es que no siempre es el mismo el que guisa y el que se lo come... Puede que nos cautive el saber que un productor como J. J. Abrams pueda estar detrás de dos series geniales como Lost y Fringe, pero al César lo que es del César… Es innegable que ambas tienen puntos argumentales en común, pero un desarrollo totalmente dispar; de los guionistas Lindelof y Cuse dependen las críticas hacia la primera, y de Brad Kane y Monica Breen la alabada season finale de la segunda. De la misma manera podemos hablar de Robert y Michelle King, escritores catódicos responsables del éxito de The Good Wife, producida por los hermanos Scott… ¿Para cuándo los quince minutos del guionista?

viernes, 10 de junio de 2011

La ilógica del 'remake'

Teen Wolf tiene más bien poco de hombres lobo. Y eso que la nueva serie de la MTV no tiene demasiado que envidiar al resto de series del target teenager-juvenil que se emiten actualmente, y si no un vistazo a la CW. Los dos primeros capítulos de Teen Wolf son ciertamente entretenidos, modestos e intentan sortear los tópicos más manidos por la ficción adolescente, con más o menos suerte, pero sin pasarse de listos… El problema es que, sabiendo de antemano que Tyler Posey va a marcar mucho pectoral pero va a aportar poquito a la figura del hombre lobo… ¿para qué usurpar otro mito cinematográfico-catódico? Y es que yo me intereso mucho por la contaminación de la cultura televisiva… preocupantemente desde que a Telecinco le ha dado por remakear Damages y Cheers.

Y mucho más si nos referimos a un mito tan devaluado como el de los hombres lobo. Siempre por detrás de los vampiros en refinamiento y follabilidad, lo único que le falta al licántropo es ser el capitán de lacrosse del instituto para perder toda reputación monstruosa. Y es que, aunque no lo parezca y a los de la MTV no les importe, esto de ser hombre lobo tiene una interesante carga cultural-romántica detrás; se dice que muestra la cara B de la represión de los instintos humanos en la sociedad moderna. Pero en Teen Wolf no hay nada de eso… y lo malo es que tampoco lo pretende. El prota de la serie podría haber sido bombero, travesti o incluso inmigrante, que también está muy mal visto últimamente en los institutos, y se habrían ahorrado el dinero de los efectos especiales.

Y vale que el homólogo ochentero de Teen Wolf tampoco contara nada nuevo, pero Michael J. Fox se burlaba del hombre lobo, y ya se sabe que los tópicos tomados a risa sientan mucho mejor. Cualquier asomo de conflicto identitario en la nueva versión es superado en el primer capítulo; lo que importa después es ganar el partido y no llegar tarde a la cita con tu novia. Y es que la densidad social de una serie, la coartada para que True Blood pueda remakear un mito romántico porque le permite hablar de las drogas y el racismo y Battlestar Galactica haga otro tanto con una serie de los 70 consagrándose como un microrrelato sobre la humanidad; lo que hace que una ficción sea grande pese a su vampirización de la cultura, o precisamente por ello, es lo que le falta a Teen Wolf. La cuestión es que Teen Wolf tampoco quiere ser una gran serie.

miércoles, 8 de junio de 2011

Razones por las que se me atraganta Love Bites

Love Bites ha comenzado con muy mal pie... Y no me refiero al estreno, ni tampoco al momento en que a alguien se le ocurrió la idea de producirla (soy tan dañino, pero no tanto)... Lo cierto es que la nueva comedia de la NBC ha tardado más de un año en llegar a las pantallas, desde las upfronts del año pasado. Debido al embarazo de Becki Newton y el abandono de la actriz Jordana Spiro, ambas protagonistas de la serie, y a la apretada agenda personal de la productora Cindy Chupack (Sexo en Nueva York), la llegada a pantallas no se ha producido hasta el pasado 2 de junio, con unas cifras de audiencia bastante decepcionantes… Y es que parece que nadie da un duro por Love Bites. Y con razón(es)…

1. Mis tweets sobre el piloto de la serie

Love Bites 01x01 Dios, y todavía quedan tres cuartos de hora por delante...
Love Bites 01x01 En serio, ¿todavía quedan 35 minutos para que acabe?
Love Bites 01x01 ¿Hola? ¿Quedan 25 minutos?
Love Bites 01x01 Guay, ya sólo quedan 10 minutos...
2. Becki Newton y compañía

Love Bites es sinceramente encomiable en su intento de refrescar los estereotipos de la comedia romántica, no sólo televisiva, sino también en ciertas referencias televisivas muy positivas…. Pero no lo consigue. El primer obstáculo: los personajes protagonistas. Becki Newton (Betty), principal atractivo promocional de la serie, pretende ser tierna y afable, pero no cuaja en su papel ni de lejos, y su amiga es directamente insoportable. Lo mejor: Greg Grunberg, que se nos presenta como un gañán pero acaba resultando muy simpático. Lo más mejor: Jennifer Love Hewitt en su cameo… que yo también tengo mis momentos teen, ¿vale?

3. El rollo babel-amoroso

Uno de los elementos originales de la serie es la combinación de diferentes relatos de amor. Esta estrategia de Love Bites, muy de moda en el cine de hace unos años, parece querer transgredir la estructura de la comedia a través del relato global o “generacional”. Pero nada más lejos de la realidad; además de que las tres historias están cargadas de clichés poco realistas acerca de las relaciones sentimentales y el sexo, es el espectador el que debe decir si una serie es representativa de algo, no el productor o guionista.
4. Música pop y cámara lenta 

Como es de esperar, Love Bites recurre a la planificación audiovisual empleada por el 90% de las series del target. Parece claro que la serie quiere innovar poco en este aspecto: desde el montaje rápido e irónico para aligerar el tono y otorgarle comicidad hasta las composiciones pop y slow motion en escenas especialmente intensas…, como besos y eso… Yo ya lo he visto muchas veces en Gossip Girl, y es la única disfrutable y simpática en tal bizarrismo. Teniendo a Black Lively, ¿para qué voy a ver a Becki?

5. Refranero popular televisivo

Es muy desesperanzador que a estas alturas del juego catódico los guiones televisivos rebosen tópicos mil veces criticados y que han llevado a la ruina a otras series. Situaciones un tanto absurdas y nada graciosas como la de la chica que se inventa que es virgen para ligar en una discoteca o la del novio que se informa sobre vibradores para satisfacer a su chica... Puede que Love Bites esté dirigida a un público adolescente-juvenil, pero… ¿de verdad pensáis que queremos más de lo mismo?

martes, 7 de junio de 2011

Los 1st Critic´s Choice TV Awards, por todo lo alto

Los Critic´s Choice Television Awards han inaugurado tirando la casa por la ventana. La lista de los nominados a la primera celebración de estos premios, que tienen una versión cinematográfica mucho más experimentada, parece haberse metido en el bolsillo a buena parte de los seriéfilos. Y es que a un mes del anuncio de las candidaturas a los Emmy, los Critic´s Choice son el primer aperitivo al reparto de galardones catódicos una vez finalizada la temporada de series, y dan las primeras pistas hacia los de julio. La Broadcast Television Journalists Association, el comité de críticos televisivos encargado del evento, parece haber querido casarse con todos, aunque lo cierto es que el balance es equitativo y agradecido con alguna que otra ficción "olvidada". A la cabeza de los afortunados, ABC y NBC en abierto, con 16 y 12 nominaciones, y AMC y FX en el cable con 9, y triunfan Modern Family y Mad Men, con 6 y 5 nominaciones. La gran sorpresa: Fringe, con tres de las grandes.

Como la blogosfera seriéfila around the world ya se habrá encargado de difundir la lista completa de nominados entre la masa freaky, El Club Silencio ha decidido apostar por una particular y parcialísima quiniela de las seis categorías principales en la que puede participar todo televidente enamorado: el de siempre (puede ser buenísimo, pero estás harto de verle todos los años entre los opositores a galardón), el nuevo (el nuevo nominado que te ha llegado a la patata), la sorpresa (el que creías que no iba a triunfar ni de coña), el favorito (el que creas que va a ganar, racionalmente) y Always in my heart (el que ya ha ganado en vuestro corazón).


Mejor drama

Boardwalk Empire 
Dexter
Friday Night Lights
Fringe
Juego de Tronos
The Good Wife
Justified
The Killing
Mad Men
The Walking Dead
 

La de siempreMad Men, y con razón.
La nuevaBoardwalk Empire ha llegado para quedarse.
La sorpresaFringe, con retraso, pero ya está entre las mejores de forma oficial.
La favoritaMad Men, adorada por los críticos (y por nosotros también).
Always in my heartThe Good Wife se merece lo más alto de mi top five por esa temporada increíble. 


Mejor comedia 

Archer
The Big Bang Theory
Community
Glee 

Louie
The Middle
Modern Family
The Office
Parks and Recreation
30 Rock


La de siempre30 Rock, veterana imprescindible.
La nuevaParks and Recreation comienza con muy buen pie.
La sorpresaThe Middle
La favoritaModern Family es la clara triunfadora (por el momento).
Always in my heart30 Rock 


Mejor actor de drama

Steve Buscemi – Boardwalk Empire
Kyle Chandler – Friday Night Lights
Michael C. Hall – Dexter
John Hamm – Mad Men
Willliam H. Macy – Shameless
Timothy Olyphant – Justified

El de siempre – John Hamm parece haberse convertido en el Imanol Arias yanqui.
El nuevo – Steve Buscemi, que ha cumplido las expectativas con creces.
La sorpresa – Timothy Olyphant. Aceptadlo, uno de los mejores actores televisivos.
El favorito – John Hamm
Always in my heart – John Hamm. Mente y corazón se han puesto de acuerdo.


Mejor actor de comedia

Alec Baldwin – 30 Rock
Steve Carell – The Office
Louis C. K. – Louie
Charlie Day – Colgados en Filadelfia
Joel McHale – Community
Jim Parsons – The Big Bang Theory

El de siempre – Alec Baldwin no podía faltar.
El nuevo – Louis C. K.
La sorpresa – Charlie Day, de la olvidada Colgados en Filadelfia.
El favorito – Steve Carell
Always in my heart – Steve Carell, aunque sea como despedida.


Mejor actriz de drama

Connie Britton –Friday Night Lights
Mireille Enos – The Killing
Julianna Margulies – The Good Wife
Elisabeth Moss – Mad Men
Katey Sagal – Sons of Anarchy
Anna Torv – Fringe

La de siempre – Elizabeth Moss, y es que Peggy nos ganó desde el principio.
La nueva – Mireille Enos se estrena a lo grande.
La sorpresa – Anna Torv, reconocimiento más que merecido.
La favorita – Elizabeth Moss, que Mad Men tiene mucho tirón.
Always in my heart – Julianna Margulies, y no digo nada más.


Mejor actriz de comedia

Courteney Cox – Cougar Town
Edie Falco – Nurse Jackie
Tina Fey – 30 Rock
Patricia Heaton – The Middle
Martha Plimpton – Raising Hope
Amy Poehler – Parks and Recreation

La de siempre – Tina Fey no se pierde una.
La nueva – Amy Poehler
La sorpresa – Patricia Heaton
La favorita – Tina Fey, que los colecciona.
Always in my heart – Edie Falco, porque mi amor es incondicional.

¡¡Animaos y pasadlo bien!!

lunes, 6 de junio de 2011

De tal palo tal astilla. O algo así.

De esta forma comienza Exile, con un de tal palo tal astilla. Pero aunque ya se sabe que los tópicos son una buena manera de acercarse a la realidad, de una ficción de la BBC podemos esperar de todo menos algo típico. Y aprovechando esta coyuntura del cliché, podemos empezar diciendo que, con Exile, las apariencias engañan. La miniserie de tres capítulos que BBC One emitió a principios de mayo parece querer ser una revisión-siglo-XXI de aquello del hijo pródigo. En este punto, lo fácil es contar que Exile habla de la recuperación de la memoria familiar en la figura del Alzheimer; lo difícil es creernos que pueda hacerlo desde las coordenadas de un thriller criminal con poco que envidiar a los mejores momentos de Rubicon. Y es que con un equipo experimentado en la ficción televisiva encabezado por Paul Abbott, como productor (State of Play, Shameless), y John Simm (Doctor Who) y Jim Broadbent (Moulin Rouge) delante de las cámaras, la BBC puede llevar a buen puerto cualquier idea disparatada que se le ocurra.

Después de 18 años y tras una crisis personal y laboral, Tom Ronstadt vuelve a su ciudad de origen, a casa de su padre enfermo de Alzheimer, que tiene esclavizada a su hermana pequeña, que no hablaría precisamente maravillas de la Ley de Dependencia inglesa. ¿A que parece que los tres empezarán a sacar los trapos sucios para luego perdonarse? Pues no. En Exile nada es lo que parece; primero, porque al viejo de Tom se le ha pirado la cabeza y es imposible hacerle entrar en razón, y segundo, porque la inexplicable paliza que éste le pegó a su hijo y provocó su huída es oficialmente imperdonable. El intento del protagonista de encontrar una explicación a aquel sangriento episodio será el inicio de una negrísima crónica de Reino Unido… Porque en España tenemos Puerto Hurraco, pero los ingleses tampoco se quedan atrás. 

Con Exile, la BBC One se apunta otro tanto en entretenimiento y calidad; mientras la BBC Two, cadena minoritaria – y con mayor libertad creativa –, puede darse el lujo de un The Crimson Petal and The White, la primera cadena debe cortarse un poquito más… y eso que los espectadores ingleses están muy bien educados. Pero Exile cumple con creces; es un producto correctamente realizado, entretenido y que además habla de la memoria de lo social, desde el Alzheimer a la impunidad de los crímenes cometidos en las zonas más deprimidas del país. Son esos crímenes los que provocan el exilio familiar, no sólo en la distancia, sino interior, en el hombre que sacrifica sus recuerdos para ocultar los pecados de otros y poder rescatar lo que queda del amor de sus hijos… Y es que ya se sabe que padre sólo hay uno..., o algo así.

viernes, 3 de junio de 2011

Bye Bye, temporada 2010/2011


"Algo se muere en el alma cuando un amigo se va", se dice en uno de los momentos más bizarros de la música española, y eso que hay muchos... Pues eso, nuestros amigos de la temporada 2010/2011 ya se han despedido, algunos para siempre y otros hasta la próxima, y ya sean buenos o malos, se merecen un adiós a lo grande, como el proyectado por Hablando de Series… Dicen que las despedidas son tristes, pero ésta vamos a afrontarla con gratitud hacia los buenos momentos, y con alegría por los que vendrán… Además, para algo es el primer Meme de El Club Silencio…


Sólo hay una instrucción de uso: se trata de comentar la temporada 2010/2011 desde los estrenos de otoño hasta hoy mismo.

La novata que nunca debió existir
Una buena idea no sólo se sirve de eso, también hace falta una ejecución “como Dios manda”. Y esto no sólo pasa en la televisión española… The Event es el mejor ejemplo; el piloto prometía mucho, y puede que fuera uno de los más espectaculares de la temporada… ¿y el resto? Y es que es mala con avaricia. Por decir algo bueno de ella, Zeljko Ivanek, que siempre se sale. 

La que ha perdido fuelle
Sin duda, Nurse Jackie. Y mira que amo a Edie Falco sobre todas las cosas..., pero la enfermera de la Fox ya se pone cansina… Además de estafarnos con el cliffhanger de la segunda temporada, que ha quedado en nada, Jackie Peyton pierde protagonismo a marchas forzadas en una serie que debe liderar… Todavía tengo esperanzas, puede que infundadas por mi amor incondicional…

All the same, one different
Treme. Es una serie muy regular, y que avanza muy poquito a poco. El final de la primera fue de órdago, y la segunda ha empezado sobre seguro. Lo que no cambia es su buen rollo y su genialidad expresiva. David Simon rules!

La que sigues con más pasión
The Good Wife. No recuerdo momento televisivo más emocionante en los últimos años que la season finale con Closing Arguments. Ni con el estreno de Titanic, ni con el final de Lost… Ahí lo dejo.

La gran decepción
Outcasts
. La BBC nos tiene malacostumbrados. El 90% de lo que hacen es buenísimo, pero el 10% malo también tiene que verlo alguien. Otro ejemplo de una buena idea mal llevada. Nunca supieron combinar la espectacularidad de la trama “espacial” con la profundidad de unos personajes demasiado intensos…

La que te ha sorprendido gratamente
Aunque se fue por las ramas a mitad de temporada, Lights Out ha sido uno de los ejemplos más dignos de cómo la televisión puede explorar un género nuevo con buenas referencias y un gran respeto por las necesidades catódicas del espectador actual.

La que te llamaba mucho pero no seguiste con ella
Tenía la intención de continuar Big Love hasta la series finale. Y mira que a mí me gusta el drama, pero me pareció soberanamente aburrida. Es mi proyecto de futuro.

La cansina
Gossip Girl. En serio, ¿tenéis algo que contar o me pongo Al salir de clase?

La miniserie
Sin duda, The Crimson Petal and The White. Está en el top ten de las ficciones televisivas de la temporada recién acabada. Argumental, formal y culturalmente imprescindible. Me confieso locamente enamorado de Romola Garai, y espero The Hour con impaciencia.

La que no pensabas que te gustaría
Juego de Tronos. Y es que yo soy una persona de prejuicios, qué pasa. Las expectativas de los lectores y demás seguidores me hicieron desconfiar de un género que no las tiene todas consigo, expectativas que la serie ha cumplido con creces a mitad de temporada. Es de las pocas series de la HBO que podemos ver sin tener un café delante.

La nueva serie que recomiendas
Silk. Dedico este espacio a homenajear la serie de abogados de la BBC, ya que parece haber pasado catódicamente desapercibida. Para mí, el mejor estreno de la temporada. Aquí me granjearé enemistades; el desarrollo paralelo entre los casos del bufete y los personajes supera en sutil y perturbador a The Good Wife… Ahí lo dejo.

Me gustaría formar parte de esta familia
Quiero ser hijo, sobrino, nieto, marido, hermano o amante de Alicia Florrick. Si alguien dice que no es el personaje más adorable de la televisión, me lo como…

La que sigue en forma
Fringe… Y menuda forma. Aunque algunos hemos criticado que se haya ido por las ramas en ciertos episodios (por eso de sacar punta a lo perfecto), Fringe ha demostrado que necesita tiempo (no hay serie que mejor soporte los 23 capítulos por entrega) para cerrar su ciclo en cada temporada. Insisto, el seriéfilo que no vea Fringe, que cierre el blog.

La que dejaste y ahora te arrepientes 
Glee. Aunque cuando lo pienso dos veces, tampoco me arrepiento mucho. Los personajes apenas evolucionaron en la primera temporada, y me he cansado de ver a Lea Michele enseñado cacha en las revistas… Y eso que iba de la pringada de clase. Luego veo a la gente tan emocionada con ella que me da por ponerme otra vez… Y es que es acordarme de Dont Stop Believin y se me ponen los pelos de punta.

Una nueva con buena pinta
No me pierdo Pan Am y The Playboy Club, aunque nunca reemplazarán a Peggy Olson en mi corazón. Tampoco me perderé Wilfred y The New Girl, que Elijah y Zoey son de lo más achuchable. También espero ser testigo de la resurrección de Sarah Michelle, aunque ella ya haya superado la veintena y yo la adolescencia.

La cancelación que has maldecido
Mi herida por la cancelación de Rubicon puede que dure hasta la temporada 2020/2021, aunque The Chicago Code y Teresa Colvin también han dejado un vacío en mi corazoncito.

La renovación cansina
Preveo que la fórmula How I met your mother se agotará próximamente, aunque yo voy por la segunda y me ha sorprendido muy gratamente… Y bueno, desde aquí promuevo una plataforma por la Cancelación Inmediata de Hospital Central.

Ese cliffhanger malo para tu manicura
Me debato entre Fringe y The Good Wife, Olivia y Alicia. Me guío por instinto; el nudo en el estómago atestigua que la escena del ascensor ha sido el final de temporada por excelencia.

Un momento para llorar
Además del piloto doble de The Killing, que encoge el corazón, elijo Marionette de Fringe. El momento en que Olivia pregunta a Peter por qué no reconoció sus ojos en los de Fauxlivia ha sido de los más conmovedor de la temporada.

Un momento para reir
Psychoville. Y mira que dan grimita, pero es que Shearsmith y Pemberton son tan graciosos…

#yoconfieso
Descubrir que Khandi Alexander (Ladonna en Treme) era coreógrafa de Whitney Houston y Jennifer Beals (Teresa Colvin en The Chicago Code) fue la prota de Flashdance ha despertado mi corazón cotilla, y me ha hecho admirar todavía más a estas dos impresionantes actrices.

Tú sobras
Piratas. Prohibamos a Telecinco hacer más versiones antes de que mancillen toda nuestra cultura televisiva.

La que has abandonado
V. Luego dicen que si hay series muy cafeteras, pero es que a mí me da mucho sueño la Coca Cola Light… Exijo un poco de profundidad de personajes y diálogo, por favor… Ni siquiera la sombra de Diana ha podido rescatar a V de la cancelación.

#Túantesmolabas
Doctor Coop, de Nurse Jackie… Ahora sí que te odio.

This is reality televisión

A mí es que los reality, ni fu ni fa. Me quedo con Niños de papá, que ha quedado grabado en mi memoria gracias al repelús que desprenden sus protagonistas. Y Hermano mayor, ojo, que el sensacionalismo de la violencia infantil puede conmigo. No soy de piedra, ¿vale?

La nueva serie que no veré ni loco
Are You There Vodka, It's Me, Chelsea y I Hate my Teenage DaughterSitcom viejuna de risas enlatadas, te tengo muy calada.

And aaaaaaIaaaaai güil olgüeis lof youuuuuuuuu
Este espacio está dedicado a todo comentario freaky sobre Crematorio. La mejor serie española ever, y de las mejores vistas esta temporada. Totalmente actual, socialmente imprescindible, argumental y formalmente genial, increíblemente interpretada. Canal Plus, ¿para cuándo la próxima?

Eh eh, que esto no ha acabado.
Adiós, temporada 2010/2011. Hola, True Blood, Wilfred, y sobre todo, Damages.

Me despido con una recomendación para los rezagados a todo lo grande… Vamos, una despedida a lo The Good Wife.


jueves, 2 de junio de 2011

Corrupción televisiva y la trampa del escribano


Con esto de la revolución, parece que está de moda meterse con los que tienen el poder… Pero es que, además de ladrones, los hay muy bárbaros... Que le pregunten al escribano hortelano, un pájaro comilón de unos 15 centímetros de largo que es encerrado y cebado como una oca, ahogado en whisky, desplumado y asado, y masticado durante un cuarto de hora para que se deshaga en la boca. Se dice que el comensal debe taparse la cabeza con una servilleta para ocultar su crueldad… y con razón. Así habla Rubén Bertomeu al comienzo del segundo episodio de Crematorio, acerca de una de las prácticas gastronómicas más crueles, sólo al alcance de los más ricos. Ilegal, feroz y exclusiva.

La escena de Crematorio, indudablemente una de las mejores de la temporada televisiva recién acabada, expresa con una contundencia violenta y aplastante las dinámicas alrededor de las que se mueve la corrupción institucional worldwide. Y viene de una ficción española, que conste. La serie de Canal Plus ha supuesto un reboot para todas las que hablan de los cadáveres tras las mafias institucionalizadas, de “las cenizas que produce el poder”. Crematorio añade el plus de la idiosincrasia delictiva de nuestro país; además de las víctimas y los verdugos, habla de todas aquellas familias que, acercándose al olor suculento de la pasta, han acabado devoradas por sus propios crímenes. 
David Simon fue de las primeras moscas cojoneras de los de arriba… El productor de The Wire fue testigo durante años de los crímenes derivados del narcotráfico y su alianza con las instituciones gubernamentales como periodista del Baltimore Sun, y plasmó parte de su experiencia en las novelas Homicidio y The Corner, germen de la ficción final que lo consagró como el Dickens televisivo. Y es que por algo The Wire es considerada hoy como el Gran Relato Americano; es una radiografía global, exhaustiva e increíblemente realista sobre cómo el entramado mafioso del narcotráfico esclaviza a los olvidados de la sociedad norteamericana desde los inexpugnables despachos de los ayuntamientos. 
Y es que los que mueven el cotarro político y social son actualmente los protagonistas de la crónica negra televisiva, incluso en los ejemplares del género policiaco más purista, quitándoles el puesto a psicópatas y terroristas. Es muy significativo que uno de los protagonistas de Ley y Orden: Unidad de Víctimas Especiales, muera investigando el caso de un narcotraficante mexicano protegido por un cónsul, alrededor del que gira su última entrega; o que The Chicago Code dedique su primera y única temporada a la persecución de un concejal relacionado con la mafia irlandesa… 
La corrupción institucional ya no es una curiosidad episódica y conclusiva en las ficciones, es un enemigo tan real que las series que lo retratan se han convertido en gritos de denuncia y de reivindicación de las fuerzas que persiguen sus crímenes. Tal es el caso de El puntero, miniserie argentina estrenada el pasado mayo acerca de un político empeñado en convertirse en alcalde a toda costa, o El equipo, nueva ficción mexicana protagonizada por una unidad policial encargada de desmantelar la corruptela del narcotráfico... Un enemigo desdibujado, disperso, permeable, escurridizo, al que es imposible eliminar del todo…