martes, 8 de noviembre de 2011

Ringer; The CW meets Hitchcock

The CW sabe quién es Hitchcock, y se ha propuesto desatar su ira póstuma. Ringer se pirra por el suspense criminal y el giallo italiano y todo lo sintomático y actual que tiene el rollo de la identidad. La cosa es que la nueva serie de Sarah Michelle Gellar se aleja de Fringe en esto de la bipolaridad contemporánea y se acerca peligrosamente al culebrón noventero de Manuela, ése en el que había una gemela buena y otra con la cara achicharrada. Y ahora no parece tan mala idea; lo cierto es que Eric C. Charmelo y Nicole Snyder, responsables de Supernatural, sorprendieron en su intención de producir para The CW una serie sobre la suplantación de personalidad entre dos hermanas con el mismo rostro, algo todavía no muy explotado en la tele yanqui, y mucho más si conseguían rescatar a una estrella catódica como Buffy Cazavampiros y darse algo de publicidad. Ringer sobrevive a pesar de las críticas, y mejora capítulo a capítulo su potencial como intriga fratricida. Eso sí, habiendo sacrificado desde el primer episodio la seriedad por lo bizarro del invento.


Bridget Kelly y Siobhan Martin fueron las primeras en aterrizar en la parrilla de otoño, y con razón. The CW preveía que su serie iba a ser la risión de la temporada, así que cuanto antes pasáramos el trago mejor. Y eso que Charmelo y Snyder se lo curraron para la ocasión: el piloto de Ringer despliega la historia de Bridget, que recurre a su hermana gemela, Siobhan, con la intención de huir de un antiguo novio de cuchillo fácil. En esto que Siobhan muere devorada por un chroma y Bridget toma la vida rica y neoyorquina de su consanguínea, sin saber que ésta tiene mucho más que esconder. Para el resto de capítulos, Ringer tenía buena materia prima: persecuciones pistola en mano, baúles con sorpresa dentro y alguna que otra llamada telefónica a lo slasher para poner los huevos de corbata. Y es que no está nada mal columpiarse en referencias genéricas de efectividad más que comprobada, y mucho menos en esta época (véase Pan Am), pero sí convertir una buena idea en un desfile superficial de bolsos y tacones y una lista de Spotify de teenager confundida.

El principal problema de Ringer es que ni ella misma se toma en serio, y mucho menos cuando Sarah Michelle Gellar, una actriz de demostradísima limitación interpretativa, tiene que dar la cara doblemente. Acompaña a la susodicha un reparto de actores más o menos buenos (Tara Summers es de lo mejor de la serie, Ioan Gruffudd no lo hace mal y Kristoffer Polaha podría dedicarse a otra cosa) cuya actuación se pierde entre la vistosidad de los lofts del Upper East Side y los peinados chonis de Bridget/Siobhan. Justamente cuando Ringer empieza a demostrar su calidad como soap-opera criminal, la ficción ya ha dejado más que claro que su única baza para que la audiencia se quede con ella es repetir una y otra vez anécdotas cutres sobre espejos que no dejan de devolver dobles reflejos. ¿Nos quedamos con Ringer como thriller o como una Gossip Girl malrrollera para maduras? Lo innegable es que The CW lo ha vuelto a hacer. Conseguir que una serie sea buena de lo mala que es, que también tiene su mérito.

2 comentarios:

  1. Me ha encantado tu post, incluso puede que quiera verla y todo gracias a todo lo que pones. Me meo con lo de que muera devorada por un chroma... Y gracias por reconocer por fin que Sarah Jessica el único talento que tiene grande son sus lolah!

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  2. Jejeje vela, por favor. Tiene momentos televisivos imprescindibles, y el del chroma es sólo uno de ellos... La verdad es que a mí me tiene muy enganchado (la semana pasada ví el capítulo de Ringer antes que el de The Good Wife, lo reconozco); la trama la tenían muy bien preparada desde el principio, al menos hasta el séptimo capítulo. Se preve un finalazo de temporada.

    Un saludo!! Y gracias por el comment!!

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